
Sus escritos sobre ética se caracterizan por un
incondicional compromiso con la libertad humana, con la dignidad del hombre y
con la concepción de que la obligación moral no deriva ni de Dios, ni de las
autoridades y comunidades humanas ni de las preferencias o deseos de los agentes
humanos, sino de la razón.
La ética de Kant sigue siendo el intento
paradigmático y más influyente por afirmar principios morales universales sin
referencia a las preferencias o a un marco teológico. La esperanza de
identificar principios universales, tan patente en las concepciones de la
justicia y en el movimiento de derechos humanos, se ve constantemente desafiada
por la insistencia comunitarista e historicista en que no podemos apelar a algo
que vaya más allá del discurso v de las tradiciones de sociedades particulares,
y por la insistencia de los utilitaristas en que los principios derivan de
preferencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario