De la interioridad a
la sublimé percepción del lenguaje
De lo Sublimé….
-No tiene sentido que
te lo diga porque no me entiendes-
Abstracto
El lenguaje representa, para el objeto de este trabajo, dos
sentidos. Por un lado, es un código de transmisión de contenidos semántico que
se ajustan a una normatividad fonéticas, sintácticas y morfológicas.
La estructuración gramatical o lingüística no denota un interés
en este trabajo; y el mantener al margen estos aspectos no significa demeritar
su importancia, validez o complejidad, sino, enmarca aquellos lineamientos que
implica el contenido del lenguaje en lo referente a la intencionalidad y la percepción en la producción de contenidos mentales.
La organización de esta reflexión no versa en el sentido
científico riguroso, es solo un pensamiento que busca ser e interactuar. Comprender
como la estructuración del contenido y sentido del lenguaje y la capacidad o
incapacidad para descifrar los contenidos mentales (lo que pienso, lo que
expreso y lo que lees) como son y funcionan,
Sublimación.
En la tradición psicológica la sublimación se comprende como
un fenómeno psíquico por el que un impulso se manifiesta a la conciencia en forma
de otro considerando como más elevado, a través de un mecanismo de conversión.
De manera asociativa, la sublimación está vinculada a la
noción de signo, elemento sensible o perceptible que representa a otro
elemento.
"La
asociación de un significante y un significado por medio de una relación
estrecha pero arbitraria o motivada" -Signo Lingüístico- (Sarssure)
...una palabra no es solo en el sentido gramatical. No es
palabra solo por poseer una estructura morfo-sintáctica o semántico-fonética,
sino es, en sí al momento de atribuirle la emotividad y la significación que le
adjudica quien la emite y la interpretación y sentido de quien le da lectura.
La capacidad de la lengua de manejar cualidades,
cuantificaciones, modos de ser o estar, permiten atribuirle al lenguaje una
carga psicológica y social.
Toda designación de sentido posee en si un aprendizaje
cultural, que es interiorizado por el individuo y le permite dar significación
al lenguaje. Por ejemplo, la palabra muerte no es solo una estructura
morfosintáctica, sino, tanto para quien la emite y para quien la recibe puede
bajo ciertas condiciones representar un estado psico-afectivo y conductual
determinado por un aprendizaje social previamente interiorizado.
En este planteamiento, la palabra no es solo en el sentido
lingüístico sino se asume como un comportamiento, una emoción o sentimiento así
como un simbolismo cultural.
En ese sentido, Jacques M. Lacan, expone la constitución subjetiva del
lenguaje como una estructura dinámica en tres registros; En primera instancia
el registro de lo real,
lo real es aquello que no se puede expresar como lenguaje, lo que no se
puede decir, no se puede representar, porque al representarlo se pierde la
esencia de éste… por ello, lo real está siempre presente pero continuamente
regulado por lo imaginario y lo simbólico.
En un segundo término, Registro
de lo Imaginario. Lo imaginario está constituido en un proceso que requiere
una cierta enajenación estructural; es el reino de la identificación espacial
que inicia en un estadio del espejo y es instrumental en el desarrollo de la
agencia psíquica.
En este proceso de formación que el sujeto puede identificar
su imagen como el “yo”, diferenciado del “otro”. Lo que se designa como
“yo” es formado a través de lo que es el otro; Forma primitiva del
pensamiento simbólico.
En última instancia; El
registro de lo simbólico. Lo imaginario o aspecto no lingüístico formula el
conocimiento primitivo del “yo” en tanto lo simbólico –término que utilizaba la
colaboración lingüística (lenguaje verbal coherente) genera una reflexión a nivel comunicativo del
conocimiento primitivo del “yo” y crea un primer conjunto de reglas que gobiernan el comportamiento e integran a cada
sujeto en la cultura.
“….El
lenguaje construyo al sujeto y el humano padece este lenguaje por que le es
necesario y le aporta a cada sujeto una calidad heurística” J. Lacan.
Con el lenguaje simbólico se piensa, con este lenguaje se
razona; con tal lenguaje existe la
comunicación – Simbólica entre los humanos-. El ser humano es un ser simbólico.
El sujeto es sujeto a partir del adiestramiento de los
registros que le permitirán manejar los planos de expresión y contenido y con
ellos poderse conducir en su plano social. Es decir, Lo que se convierte en el
sujeto propiamente se desarrolla mediante su incepción en el orden simbólico.
“Al momento en el cual el infante adquiere la habilidad de
utilizar el lenguaje, es decir, materializa su deseo mediante el discurso”<Lo
imaginario y el concepto del Otro> (Lacan)
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