jueves, 18 de julio de 2013

Latitudes del Lenguaje

De la interioridad a la sublimé percepción del lenguaje
De lo Sublimé….

-No tiene sentido que te lo diga porque no me entiendes-
Abstracto
El lenguaje representa, para el objeto de este trabajo, dos sentidos. Por un lado, es un código de transmisión de contenidos semántico que se ajustan a una normatividad fonéticas, sintácticas y morfológicas.
La estructuración gramatical o lingüística no denota un interés en este trabajo; y el mantener al margen estos aspectos no significa demeritar su importancia, validez o complejidad, sino, enmarca aquellos lineamientos que implica el contenido del lenguaje en lo referente a la intencionalidad y la percepción en la producción de contenidos mentales.
La organización de esta reflexión no versa en el sentido científico riguroso, es solo un pensamiento que busca ser e interactuar. Comprender como la estructuración del contenido y sentido del lenguaje y la capacidad o incapacidad para descifrar los contenidos mentales (lo que pienso, lo que expreso y lo que lees) como son y funcionan, Sublimación.
En la tradición psicológica la sublimación se comprende como un fenómeno psíquico por el que un impulso se manifiesta a la conciencia en forma de otro considerando como más elevado, a través de un mecanismo de conversión.
De manera asociativa, la sublimación está vinculada a la noción de signo, elemento sensible o perceptible que representa a otro elemento.
                "La asociación de un significante y un significado por medio de una relación estrecha pero arbitraria o motivada" -Signo Lingüístico-  (Sarssure)
...una palabra no es solo en el sentido gramatical. No es palabra solo por poseer una estructura morfo-sintáctica o semántico-fonética, sino es, en sí al momento de atribuirle la emotividad y la significación que le adjudica quien la emite y la interpretación y sentido de quien le da lectura.
La capacidad de la lengua de manejar cualidades, cuantificaciones, modos de ser o estar, permiten atribuirle al lenguaje una carga psicológica y social.
Toda designación de sentido posee en si un aprendizaje cultural, que es interiorizado por el individuo y le permite dar significación al lenguaje. Por ejemplo, la palabra muerte no es solo una estructura morfosintáctica, sino, tanto para quien la emite y para quien la recibe puede bajo ciertas condiciones representar un estado psico-afectivo y conductual determinado por un aprendizaje social previamente interiorizado.
En este planteamiento, la palabra no es solo en el sentido lingüístico sino se asume como un comportamiento, una emoción o sentimiento así como un simbolismo cultural.
En ese sentido, Jacques M. Lacan, expone la constitución subjetiva del lenguaje como una estructura dinámica en tres registros; En primera instancia el registro de  lo real,  lo real es aquello que no se puede expresar como lenguaje, lo que no se puede decir, no se puede representar, porque al representarlo se pierde la esencia de éste… por ello, lo real está siempre presente pero continuamente regulado por lo imaginario y lo simbólico.
En un segundo término, Registro de lo Imaginario. Lo imaginario está constituido en un proceso que requiere una cierta enajenación estructural; es el reino de la identificación espacial que inicia en un estadio del espejo y es instrumental en el desarrollo de la agencia psíquica.
En este proceso de formación que el sujeto puede identificar su imagen como el “yo”, diferenciado del “otro”. Lo que se designa como “yo”  es formado a través  de lo que es el otro; Forma primitiva del pensamiento simbólico.
En última instancia; El registro de lo simbólico. Lo imaginario o aspecto no lingüístico formula el conocimiento primitivo del “yo” en tanto lo simbólico –término que utilizaba la colaboración lingüística (lenguaje verbal coherente)  genera una reflexión a nivel comunicativo del conocimiento primitivo del “yo” y crea un primer conjunto de reglas que  gobiernan el comportamiento e integran a cada sujeto en la cultura.
                “….El lenguaje construyo al sujeto y el humano padece este lenguaje por que le es necesario y le aporta a cada sujeto una calidad heurística” J. Lacan.
Con el lenguaje simbólico se piensa, con este lenguaje se razona; con tal  lenguaje existe la comunicación – Simbólica entre los humanos-.  El ser humano es un ser simbólico.
El sujeto es sujeto a partir del adiestramiento de los registros que le permitirán manejar los planos de expresión y contenido y con ellos poderse conducir en su plano social. Es decir, Lo que se convierte en el sujeto propiamente se desarrolla mediante su incepción en el orden simbólico.

“Al momento en el cual el infante adquiere la habilidad de utilizar el lenguaje, es decir, materializa su deseo mediante el discurso”<Lo imaginario y el concepto del Otro> (Lacan)

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