jueves, 8 de agosto de 2013

Laberintos: País de quinta

El entregar el petróleo a extranjeros es de un país de quinta: Presidente español Rajoy, Partido Popular.

Los óptimos argumentos en contra de la xenoprivatización de la renta petrolera de Pemex proviene paradójicamente  de sus autores y beneficiados anglosajones y españoles –estos últimos presuntos prestanombres de la banca inglesa mediante su subrepticio control accionario de los principales bancos españoles.
La revista neoliberal británica The Economist  que forma parte del Grupo Pearson/Penguin Random House con The Financial Times a cuyas oficinas acudieron Enrique Peña y Luis Videgaray a dar el banderazo de  la privatización de  la renta petrolera de Pemex – se alineo finalmente a la innegable realidad: “En los años 50 las siete hermanas controlaban alrededor de 85 por ciento de las reservas globales. Hoy más del 90 por ciento de las reservas se encuentran bajo control de las empresas petroleras nacionales que son propiedad, por lo  menos en parte, de los gobiernos. En el pasado, las empresas petroleras nacionales dependían del conocimiento tecnológico, habilidades administrativas de proyectos de alcance global de las transacciones anglosajonas petroleras para producir, refinar y vender petróleo. En estos días, las empresas petrolera nacionales son capaces de actuar sin ayuda de las trasnacionales anglosajonas”.

 http://www.youtube.com/watch?v=DRPfjaLmr9Q
Destaca que la reforma de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray Caso y Pedro Aspe va en contracorriente histórica a la verdadera “modernización” y contra las tendencias que prevalecen en el mundo: restatización y desprivatización con control de los gobiernos.
Nada menos que el atribulado presidente español Mariano Rajoy líder del vilipendiado Partido Popular (PP), puesto en la picota por su cleptocracia endémica, cuando era cabeza de lo oposición, se opuso tajantemente a la adquisición de Repsol por la transnacional rusa Lukoil: “nuestro petróleo, nuestro gas y  nuestra energía no se pueden poner en manos de una empresa rusa porque eso nos convertiría en un país de quinta división y, por tanto, no lo vamos a aceptar, que lo tenga claro Rodríguez Zapatero. Haré lo imposible para que eso no se haga”

http://www.youtube.com/watch?v=NPSvKfl4v0s

El mismo Mariano Rajoy citó al polémico político del PSOE, Felipe Gonzalez, quien también se pronunció de que de “ninguna manera se puede poner el petróleo, el gas y la energía española en manos de los rusos”. Pues en España no es lo mismo estar en la oposición que en el gobierno, ni ser colonizado por Rusia que ser colonizador de México.
En el 2008, Lukoil  “Quiso entrar en Rapsol mediante la compra del paquete accionarial de Luis Rivero, propietario de la inmobiliaria Sacyr-Vallehermoso y de La Caica. Aquí brota un aquelarre de alcobas en la que intervino la valiosa intermediación de cabecera de la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, intima del rey Juan Carlos ¡Cero Ideología; puro vil negocio en sedosas sábanas!
Wikileaks; pone en evidencia los chanchullos de la operación Rapsol-Lokoil, que cita una frase sin desperdicio que puede ser aplicada desde España hasta México (con el PAN o con el PRI): “Que el Ejecutivo, sea del color que sea, mete mano en las operaciones empresariales es un secreto a voces”. La embajada de Estados Unidos cita con lujo de detalles la participación relevante de Lokoil en Repsol con el fin de ayudar a Sacyr (socio de Rapsol en 20 por ciento) “ en serias dificultades financieras”. A Estados Unidos se le erizaron los cabellos tener a los rusos accionistas de Repsol en el Golfo de México: “Geopolítica pura”
Dos ex presidentes mexicanos del PAN, aliados del profascista Partido Popular, compraron descabelladamente casi 10 por ciento de las acciones de Repsol a nombre de Pemex. La promiscuidad de Repsol, Sacyr, Gas Natural y Pemex ha sido escandalosa

Con justa razón, el ministro de la industria de España propuso mantener la “españolidad de Repsol” ante la preocupación de gobierno de que “Repsol caiga en manos extranjeras”, al insistir que Pemex aseguró su voluntad de mantener la españolidad de Repsol”.
Llama la atención que tanto Felipe González (de la izquierda neoliberal española) como Mariano Rajoy (de la derecha profascista española), sean los acérrimos cabilderos para la privatización de  la renta petrolera de Pemex. Cabe señalar que el polémico Felipe González  despacha buena parte del año en un hotel de la Zona Rosa, como empleado de un empresario mexicano.
Más importante aún es que los aliados del Partido Popular en México, tanto del PAN como el grupo latinófobo adscrito al Foro FAES/ Fundación Internacional para la Libertad del ex presidente español José María Aznar López (inmerso en escandalazos cleptocráticos), sean los turiferarios del entreguismo petrolero.

Aznar López no se ha enterado de la muerte oficial del neoliberalismo global y pretende resucitar su cadáver en Latinoamérica mediante la Fundación para la Libertad  que preside el escritor peruano Mario Vargas Llosa, convertido en vulgar propagandista, como fue notorio en la cumbre neofascista neoliberal celebrada en Rosario, Argentina, la última semana de marzo y financiada por The Heritage Foundation, American Enteprise Institute (que maneja Lynne, la esposa del vicepresidente Dick Cheney) y FAES (la fundación del Partido Popular que preside Aznar López).
En contrapunto a las declaraciones nacionalistas de Mariano Rajoy  en España, BBVA “plantea abrir áreas estratégicas de Pemex para una reforma energética efectiva ( La Jornada; 6/6/13).
El directivo del banco español, Carlos Serrano, reconoce que Pemex perdería participación pero sería más eficiente y rentable. ¡Cómo no!
Incoherencia total: en España sus gobiernos temen a la mexicanizacion de Repsol mediante la participación accionaria de Pemex, mientras en México los neoliberales itamitas impulsan la desmexicanizacion/españolización/ anglosajonización de Pemex.
Antonio Garza, anterior embajador de EU en México (Ambassadors Perspectives; Reforma Energética de México; 18/7/13), diluye el embriagante vino de la impositiva reforma Peña/Videgaray/Aspe con las banderas rojas del YoSoy132 y la influencia y potencial desestabilizador de los movimientos sociales, como ocurrieron en Brasil, por lo que instó al gobierno de Peña a usar los instrumentos de la gobernación democrática: transparencia, comunicación, negociación, inclusión y rendición de cuentas, los cuales, a mi juicio, no han sido desplegados hasta ahora. Disyuntiva: ¿Imposición cupular o democracia participativa?

Agradecimiento a: Alfredo Jalife-Rahme.

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